Previamente a la reforma el piso era bastante compartimentado y carecía de luz natural en varías estancias. Habían muchos metros cuadrados destinados a pasillos y distribuidores; y además había un ala de la vivienda muy diferenciada del resto con su propio acceso, destinada a las actividades de servicio (cocina, despensa, lavadero, trastero y un pequeño dormitorio).
Un requisito muy importante para la familia era el optimizar al máximo posible la entrada de la luz natural, así como asegurar un mejor aislamiento acústico en las estancias de fachada y conectar las zonas de día evitando generar un exceso de pasillos y puertas.
Tras la reforma uno de los cambios más relevantes en la distribución ha sido la desaparición casi total de los pasillos. Esto, junto con el diseño de puertas acristaladas en varias estancias claves del piso, ha evitado crear barreras innecesarias permitiendo que la luz natural se adentre mucho más. Se ha ganado un aseo extra, ubicado en el recibidor, perfecto para que los invitados puedan hacer uso de él sin tener que entrar en la zona privada de habitaciones. Además, de los otros dos baños ya existentes, uno ha pasado a estar en suite con el dormitorio principal y el de los niños es más amplio que el de origen.
Por último, y teniendo en cuenta la corta edad de los niños, se ha diseñado un espacio diáfano con mucho almacenaje, que en los próximos años será la sala de juegos de los pequeños, y evolucionará, ya con la preinstalación hecha, a zona de estudio.
A nivel estético se ha buscado conseguir un estilo nórdico, con maderas muy claras y blancos rotos. Para conseguir contraste en algunas zonas se ha optado por un tono piedra, marrón grisáceo, como en la encimera de cocina o en algunos revestimientos cerámicos de los baños. Además, los propietarios tenían claro que el verde debía aparecer de manera puntual para ofrecer el punto de color, y lo hemos conseguido mediante pintura, tejidos, accesorios o papel de pared.
Finalmente añadir que se ha diseñado el mobiliario a medida acorde a las necesidades específicas de almacenamiento de cada estancia para mejorar su accesibilidad y funcionalidad. Soluciones personalizadas como el banco del recibidor con zapatero donde era importante que pudieran descalzarse cómodamente al llegar a casa, o los armarios de la zona de juegos con gran capacidad de almacenaje.
Fotografías: Irene Diaz
Previamente a la reforma el piso era bastante compartimentado y carecía de luz natural en varías estancias. Habían muchos metros cuadrados destinados a pasillos y distribuidores; y además había un ala de la vivienda muy diferenciada del resto con su propio acceso, destinada a las actividades de servicio (cocina, despensa, lavadero, trastero y un pequeño dormitorio).
Un requisito muy importante para la familia era el optimizar al máximo posible la entrada de la luz natural, así como asegurar un mejor aislamiento acústico en las estancias de fachada y conectar las zonas de día evitando generar un exceso de pasillos y puertas.
Tras la reforma uno de los cambios más relevantes en la distribución ha sido la desaparición casi total de los pasillos. Esto, junto con el diseño de puertas acristaladas en varias estancias claves del piso, ha evitado crear barreras innecesarias permitiendo que la luz natural se adentre mucho más. Se ha ganado un aseo extra, ubicado en el recibidor, perfecto para que los invitados puedan hacer uso de él sin tener que entrar en la zona privada de habitaciones. Además, de los otros dos baños ya existentes, uno ha pasado a estar en suite con el dormitorio principal y el de los niños es más amplio que el de origen.
Por último, y teniendo en cuenta la corta edad de los niños, se ha diseñado un espacio diáfano con mucho almacenaje, que en los próximos años será la sala de juegos de los pequeños, y evolucionará, ya con la preinstalación hecha, a zona de estudio.
A nivel estético se ha buscado conseguir un estilo nórdico, con maderas muy claras y blancos rotos. Para conseguir contraste en algunas zonas se ha optado por un tono piedra, marrón grisáceo, como en la encimera de cocina o en algunos revestimientos cerámicos de los baños. Además, los propietarios tenían claro que el verde debía aparecer de manera puntual para ofrecer el punto de color, y lo hemos conseguido mediante pintura, tejidos, accesorios o papel de pared.
Finalmente añadir que se ha diseñado el mobiliario a medida acorde a las necesidades específicas de almacenamiento de cada estancia para mejorar su accesibilidad y funcionalidad. Soluciones personalizadas como el banco del recibidor con zapatero donde era importante que pudieran descalzarse cómodamente al llegar a casa, o los armarios de la zona de juegos con gran capacidad de almacenaje.
Fotografías: Irene Diaz
Contáctanos y haremos realidad tu proyecto
Contáctanos y haremos realidad tu proyecto