El mosaico Nolla es un tipo de pavimento cerámico con una rica historia y un atractivo estético innegable que se encuentra presente en numerosas viviendas de diversas ciudades, siendo particularmente destacable su presencia en el Eixample de Barcelona. Estos mosaicos, que se caracterizan por sus complejas y coloridas composiciones geométricas, no solo son un testimonio del pasado, sino que también han experimentado un renacimiento en la decoración contemporánea.
A continuación, exploramos qué es el mosaico Nolla, su origen, su papel en el diseño de interiores, su valor actual y el proceso detallado de su restauración, ilustrado con un proyecto de reforma en la calle Diputació de Barcelona realizado por Sincro, en el cual la empresa Pulidos Jorba se encargó de la restauración del suelo.
Origen del mosaico Nolla
El mosaico Nolla tiene sus raíces en Valencia, España, a mediados del siglo XIX. Su creador, Miguel Nolla, fundó la fábrica de mosaicos Nolla en Meliana, en 1860, donde comenzó a desarrollar una innovadora técnica de producción que combinaba la tradición cerámica con nuevas tecnologías. Inspirado en las técnicas y estilos de mosaicos hidráulicos europeos, Nolla introdujo un método que permitía crear baldosas de gran durabilidad y estética.
El proceso de fabricación del mosaico Nolla se caracteriza por la utilización de moldes, lo que posibilita la creación de complejas composiciones geométricas en una amplia variedad de colores. Cada baldosa se elabora mediante la combinación de arcillas de diferentes tonalidades, que, tras ser cocidas a altas temperaturas, adquieren una resistencia excepcional. Esta técnica no solo garantizaba la calidad del producto final, sino que también ofrecía una gran versatilidad en el diseño.
Los mosaicos Nolla se popularizaron rápidamente y comenzaron a adornar los suelos de muchas edificaciones en toda España, especialmente en ciudades como Barcelona, donde se convirtieron en un símbolo del modernismo arquitectónico.
El valor del mosaico Nolla en el diseño de interiores
El mosaico Nolla jugó un papel crucial en el diseño de interiores y la decoración de viviendas de la burguesía catalana durante el auge del modernismo a finales del siglo XIX y principios del XX. En Barcelona, especialmente en el Eixample, los mosaicos Nolla adornaban los suelos de las casas más elegantes, convirtiéndose en un símbolo de estatus y buen gusto.
Los patrones geométricos y los vivos colores de estos mosaicos aportaban un toque distintivo y artístico a los espacios interiores, complementando a la perfección otros elementos decorativos modernistas como las vidrieras, el hierro forjado y los muebles de madera tallada.
En la actualidad, el mosaico Nolla ha experimentado una revitalización, no solo por su valor histórico, sino también por su capacidad para aportar un carácter único y elegante a los espacios modernos. Estos mosaicos se consideran una verdadera obra de arte, y su presencia en una vivienda es sinónimo de prestigio y sofisticación. La demanda de pisos con mosaico Nolla y otros elementos decorativos históricos ha aumentado, impulsada por un renovado interés en la conservación del patrimonio arquitectónico y por la tendencia hacia la restauración de elementos originales en los edificios históricos, tales como las baldosas hidráulicas, techos de bóveda catalana, molduras ornamentales, vitrales, ventanales y balconeras de madera, entre otros.
El mosaico Nolla es apreciado tanto por su belleza estética como por su durabilidad. A diferencia de otros materiales de pavimentación, estos mosaicos pueden resistir el paso del tiempo sin perder su encanto original. Además, su capacidad para combinarse con otros estilos decorativos los hace ideales para proyectos de reforma que buscan integrar lo antiguo con lo moderno.
Salón comedor con el pavimento hidráulico y mosaico Nolla restaurado. Proyecto Diputació del estudio Sincro en el Eixample de Barcelona.
Proceso de restauración del mosaico Nolla
La restauración de un pavimento de mosaico Nolla es un proceso meticuloso que requiere experiencia y atención al detalle. A continuación, presentamos un ejemplo detallado del proceso de restauración llevado a cabo en una vivienda en la calle Diputació de Barcelona por la empresa Pulidos Jorba.
1. Evaluación del estado inicial
El primer paso es evaluar el estado del pavimento. En el caso de la vivienda Diputació, se encontraron piezas faltantes, dañadas y con restos del parquet antiguo que lo ocultaba.
Estado inicial y obra antes de la restauración del pavimento. Reforma Diputació (Sincro)
2. Colocación de las piezas faltantes
Se comenzó buscando mosaicos Nolla del mismo tamaño, grosor y color para reemplazar las piezas faltantes, asegurando así la coherencia del diseño original. Una vez recopiladas las piezas necesarias, se saneó la base del pavimento para conseguir una superficie lisa y estable. Luego, se realizó un planché de mortero sobre el cual se colocaron las nuevas piezas con cemento cola. Esta etapa es crucial para garantizar que los mosaicos queden firmemente adheridos y nivelados con el resto del pavimento.
Con todas las piezas en su lugar, se aplicó una borada para rellenar las juntas entre las piezas, asegurando una unión sólida.
Reemplazo de las piezas faltantes del mosaico Nolla.
3. Pulido
El pulido implica rebajar el pavimento hasta obtener un acabado uniforme y limpio de impurezas. En el proyecto de Diputació, en las partes más deterioradas, con manchas profundas y desniveles entre las piezas se requirió un pulido más intensivo. Se utilizaron abrasivos de diamante, comenzando con granos gruesos y progresando a granos más finos, hasta alcanzar una superficie lisa. Normalmente, se realizan cinco pases de diamante para lograr el efecto deseado. En el caso de que el mosaico sea nuevo, el pulido se efectúa con menos intensidad para eliminar irregularidades de su propia colocación.
Después del pulido, se remataron los perímetros del pavimento manualmente con una radial para asegurar que todos los bordes quedarán perfectamente alineados. A continuación, se limpió el pavimento y se dejó secar durante unos días.
Pulido del mosaico Nolla. Proyecto Diputació (estudio Sincro)
4. Acabado y protección
El paso final es la aplicación de un tratamiento de protección. En la vivienda Diputació, se aplicó un hidrófugo a petición del cliente. Sin embargo, hay diversas opciones disponibles según las preferencias, incluyendo selladores de tipo acrílico que pueden ofrecer acabados brillantes y mates.
Tratamiento final del mosaico Nolla. Reforma Diputació (estudio Sincro)
Proceso alternativo: decapado
En casos donde el pavimento se encuentra en buen estado y no requiere reparaciones, se puede optar por un decapado profundo. Este proceso elimina la suciedad acumulada en los poros del mosaico sin afectar el desgaste natural del material. Se utiliza un cepillo diamantado con púas muy finas, combinado con un decapado alcalino. Este método asegura una limpieza exhaustiva sin dañar el pavimento. Tras la limpieza, se aplica el tratamiento de protección elegido, similar al proceso de restauración anterior.
Vídeo del proceso de restauración
En definitiva, el mosaico Nolla, con su rica historia y su indudable belleza, sigue siendo una joya del diseño de interiores. Su restauración y conservación permiten que estas obras de arte sigan siendo parte integral de la arquitectura contemporánea, proporcionando un vínculo tangible con el pasado y un valor estético incomparable en el presente. La meticulosa restauración de estos pavimentos, como el ejemplo de la vivienda en la calle Diputació, demuestra cómo el cuidado y la dedicación pueden devolver la vida a estos magníficos mosaicos, asegurando su perdurabilidad para las futuras generaciones.