En este proyecto se ha reformado por completo toda la vivienda conservando algunos elementos originales con valor de la arquitectura modernista y dotándola con el máximo confort.
Por el diseño y el estado de conservación original no ha sido posible preservar y restaurar todos los elementos, pero sí la mayor parte: el suelo mosaico Nolla, las carpinterías interiores y exteriores de madera; y las molduras y los florones del techo del salón y dormitorio suite, añadiendo todo el sistema de iluminación, aire por conductos y aislamientos sin dañar lo original.
En cuanto a la distribución se ha modificado bastante. Por ejemplo, el salón se ha ampliado añadiéndole una habitación que había en su orígen; se ha convertido el dormitorio principal en suite con baño privado y vestidor; y gracias al cambio del trazado del pasillo se ha conseguido un segundo dormitorio, un baño más amplio, y una zona de lavado muy práctico integrado dentro de un armario.
El estilo es un poco ecléctico, ya que a los propietarios les gusta mezclar, por ejemplo piezas especiales de distintos lugares del mundo con mobiliario tipo colonial, incluso moderno y mediterráneo, consiguiendo combinaciones personalizadas y únicas. Además, disponían de muchas obras de arte y decoración que se han introducido en los distintos ambientes.
La cocina y los baños presentan una estética más actual, donde se han unificado los materiales con un aspecto más natural, como el efecto terrazo de la cerámica de la serie Norr de Mirage.
Para los acabados de los armarios y del parquet se han intentado unificarlos el tono, decantándose por los tonos claros para no recargar los ambientes y dar así protagonismo al suelo Nolla y el tono más tostado de las carpinterías recuperadas.
Por último destacar el sofá compuesto por respaldos móviles que permite disfrutarlo tanto viendo la TV en la sala, como para una charla informal en la zona central del salón.
En este proyecto se ha reformado por completo toda la vivienda conservando algunos elementos originales con valor de la arquitectura modernista y dotándola con el máximo confort.
Por el diseño y el estado de conservación original no ha sido posible preservar y restaurar todos los elementos, pero sí la mayor parte: el suelo mosaico Nolla, las carpinterías interiores y exteriores de madera; y las molduras y los florones del techo del salón y dormitorio suite, añadiendo todo el sistema de iluminación, aire por conductos y aislamientos sin dañar lo original.
En cuanto a la distribución se ha modificado bastante. Por ejemplo, el salón se ha ampliado añadiéndole una habitación que había en su orígen; se ha convertido el dormitorio principal en suite con baño privado y vestidor; y gracias al cambio del trazado del pasillo se ha conseguido un segundo dormitorio, un baño más amplio, y una zona de lavado muy práctico integrado dentro de un armario.
El estilo es un poco ecléctico, ya que a los propietarios les gusta mezclar, por ejemplo piezas especiales de distintos lugares del mundo con mobiliario tipo colonial, incluso moderno y mediterráneo, consiguiendo combinaciones personalizadas y únicas. Además, disponían de muchas obras de arte y decoración que se han introducido en los distintos ambientes.
La cocina y los baños presentan una estética más actual, donde se han unificado los materiales con un aspecto más natural, como el efecto terrazo de la cerámica de la serie Norr de Mirage.
Para los acabados de los armarios y del parquet se han intentado unificarlos el tono, decantándose por los tonos claros para no recargar los ambientes y dar así protagonismo al suelo Nolla y el tono más tostado de las carpinterías recuperadas.
Por último destacar el sofá compuesto por respaldos móviles que permite disfrutarlo tanto viendo la TV en la sala, como para una charla informal en la zona central del salón.